Regresa y con poder absoluto
- Elián Zidán
- Jan 19
- 3 min read
Por: Elián Zidán

Donald Trump regresa a la Casa Blanca completamente recargado y con un absoluto apoyo tanto social como institucional.
La nueva administración promete un cambio radical desde el primer día. La migración, el manejo del erario público y las políticas sociales actuales están próximas a ser transformadas desde la raíz.
Donald Trump y su gabinete, de ser confirmados, estarán tomando las riendas con un respaldo mayoritario tanto en el legislativo como en el judicial. Este panorama parece allanar el camino para gobernar con pocas restricciones, aunque las preocupaciones de la oposición son significativas.
En materia migratoria, se esperan cambios inmediatos. Uno de los puntos principales será la implementación de la llamada "Ley de Laken Riley", que buscará perseguir a inmigrantes indocumentados que cometan delitos en suelo estadounidense. Según el zar de la frontera, Tom Homan, las redadas comenzarán tan pronto como el martes y se enfocarán inicialmente en quienes representen una amenaza al país.
Lo cierto es que existe un problema migratorio que requiere atención urgente. Los refugios están a máxima capacidad y las ciudades santuario ya no pueden hacer frente a esta crisis. Si bien la administración Biden endureció sus políticas migratorias en los últimos meses, hubo un descuido importante respecto a quiénes están ingresando al país y cuáles son sus antecedentes.
Un ejemplo claro es la banda criminal venezolana “El Tren de Aragua”, cuyos miembros han sembrado el terror en al menos 13 estados de la nación, replicando el caos que ya generan en varios países de Latinoamérica. Ante esta situación, muchos votantes, incluyendo latinos, apoyaron un cambio en las urnas, enviando un mensaje contundente a la administración saliente, que deja el poder con índices de popularidad bajos.
Pero, ¿cómo implementar un plan tan ambicioso sin violar los derechos humanos de miles de personas? En esta "guerra", como algunos la denominan, podrían pagar justos por pecadores. Hay quienes han llegado de manera irregular a buscar un mejor futuro para sus familias, pero otros han aprovechado para delinquir y crear un entorno de inseguridad.
Deportar a millones de personas cumpliendo con el debido proceso en las cortes tomaría años. Por ello, algunos expertos legales aseguran que la nueva administración podría declarar a los migrantes como “enemigos extranjeros” para aplicar la ley de 1798 conocida como “Alien Enemies Act”.
Históricamente, esta legislación se utilizó en conflictos como la Guerra de 1812 y la Primera Guerra Mundial. Permite al presidente arrestar, reubicar o deportar a ciudadanos no estadounidenses provenientes de países en conflicto con la nación. Aunque poco conocida, esta ley sigue vigente y forma parte del Título 50 del Código de los Estados Unidos.
Esto contrasta con las declaraciones de Homan, quien afirmó que para evitar la separación de familias, se enviará fuera del país al núcleo completo. Pero, ¿qué ocurre cuando uno de los hijos o miembros del hogar es ciudadano estadounidense? ¿Cómo se justifica esto?
Estas y otras inquietudes tienen a los migrantes en incertidumbre. Muchas familias ya están tomando medidas preventivas, como planes de contingencia y designaciones legales para tutelar a sus hijos en caso de deportación.
Mientras tanto, la administración también trabaja en acuerdos con ciertos países para recibir a deportados que no puedan regresar a sus lugares de origen debido a la falta de convenios bilaterales. Kristi Noem, gobernadora de Dakota del Sur y nominada a secretaria de Seguridad Nacional, ha expresado su intención de reinstaurar la política “Quédate en México” y eliminar la aplicación CBP One, lo que pone en vilo a miles de migrantes en procesos legales.
Llegamos al punto en que nos preguntamos cómo reaccionará el país ante estos cambios sociales y políticos. ¿Será esta una administración de resistencia o de supervivencia? En los primeros 100 días se verá si Donald Trump es capaz de cambiar el rumbo 180 grados, como promete, para llevar al país hacia lo que considera el "deber ser". ¿Logrará mejorar la economía, la seguridad y la migración en los próximos cuatro años?
El tiempo lo dirá. Mientras tanto, no solo los ojos de sus detractores estarán puestos en Trump y su gabinete, sino también los de la nación y el mundo entero.
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