top of page

Te perdono, hijo

  • Writer: Elián Zidán
    Elián Zidán
  • Dec 8, 2024
  • 2 min read

Por: Elián Zidán


Joe Biden antepuso a su hijo, pese a todo. Al perdonar a Hunter, el presidente dejó de lado la investidura presidencial e hizo lo que cualquier padre haría por proteger a su familia.


Sin lugar a dudas, esta debió ser una de las decisiones más difíciles que ha tomado en su vida, tanto como presidente y como padre.


Sabiendo la hecatombe política y social que generaría esta decisión, este padre de 82 años decidió retractarse de sus palabras y sacrificar su legado por su familia.


Como era de esperarse, el hecho fue rechazado no solo por Trump y los republicanos, sino también por muchos miembros del partido demócrata, como el gobernador de California, Gavin Newsom, quien aseguró estar decepcionado porque creyó en la palabra del presidente.


Pero bueno, tampoco podemos olvidar que esta no es la primera vez que un presidente, durante sus últimos días al frente del Ejecutivo, hace uso de su poder para salvar a un familiar o allegado.


Si nos vamos a la historia, desde 1865, cuando Abraham Lincoln era presidente, si bien no perdonó a un familiar, hizo uso extenso de este poder que otorga la silla presidencial.

En esta misma línea, recordemos cuando, en 1974, Gerald Ford otorgó el perdón total a Richard Nixon tras el escándalo de Watergate.


Pero si de perdonar familiares hablamos, no olvidemos que, en el último día de su presidencia, Bill Clinton firmó 140 indultos, incluyendo a su medio hermano Roger Clinton, acusado de posesión de cocaína y tráfico de drogas, y quien, un mes después del perdón, fue arrestado por manejar ebrio.


Donald Trump, por su parte, ha criticado ampliamente la decisión de Joe Biden. Esto resulta interesante porque, en diciembre de 2020, él también perdonó a un familiar, cuando indultó a Charles Kushner, su consuegro, quien había sido condenado en 2005 por delitos como contribuciones ilegales a campañas y evasión de impuestos.


A pesar de su historial criminal, Trump lo nominó para ser embajador de EE. UU. en Francia, destacando sus cualidades como líder empresarial y filántropo.


Sin lugar a dudas, esta decisión marcará un antes y un después en la presidencia de Joe Biden. Probablemente, cuando indicó que no perdonaría a su hijo, lo hizo pensando en su legado. Pero, tras meditarlo, creyó que de esta manera estaría salvando al único hijo que le quedaba con vida.


Al final, la decisión de Joe Biden de perdonar a su hijo no solo es un acto político, sino un reflejo del dilema eterno entre el deber público y el amor familiar. En un momento donde la polarización política está en su punto más alto, el presidente ha optado por el lado más humano de la balanza, sacrificando su legado por el bienestar de su familia. 


Tal vez, en su mente, la historia será menos indulgente con su presidencia, pero es posible que, en el corazón de un padre, el perdón a su hijo sea lo único que realmente importe.


Después de todo, no hay poder ni prestigio que valga más que la vida y el bienestar de un ser querido.


¿Qué hubieran hecho ustedes?

Comments


© Elian Zidan

bottom of page